jueves, 24 de mayo de 2018

¿Sera cierto la idea de que en la actualidad no hay frontera?


Los avances de la ciencia a paso lento lo están  confirmando.

Ahora “casi todo” es factible y realizable.
Hemos llegado a crear máquinas inteligentes. Memorias programadas. Óvulos congelados. Vientres alquilados. Transferencia de embriones en fertilizaciones asistidas. Anticuerpos monoclonales en tejidos desgastados que a Nielsen le valieron el Nobel. Hasta se habla de redoblar partes deterioradas del cerebro con neuronas sanas. Los avances han logrado codificar la existencia de  salud hacia el camino de la perfección. El hombre llegará a cuantificarse por monitoreo, controladores y tecnicismos. Como desafío de nuestro tiempo logramos  prolongar el bienestar y el alargamiento de vida.  Hemos ido y vuelto de nuestro Planeta la Luna, y estamos en vía de interiorizar en los agujeros negros. Con tanto progreso ¿qué pasará con la muerte? ¿Alterando lo sobrenatural, lograremos infiltrarnos en el misterio de lo inmortal?
Será como dice Pascal: “Se echa un poco de tierra sobre el cuerpo y hasta siempre”. Creo yo que la racionalidad se está volviendo un poco loca con tanto avance.
El reconocimiento del yo, la conciencia mental única, ¿también será reemplazable?  Ya las huellas dactilares, aunque son exclusivas e irrepetibles,  el delincuente John Dillinger las borró con cirugía. La identificación del ADN como portador de nuestros genes creo que todavía funciona. Pero no sabemos hasta cuando.
¿No estaremos jugando un poco a ser Dios?  No voy a ser pesimista con los progresos, contrariamente quisiera que el hombre pudiera desplazarse hasta llegar al Planeta Marte, descubrir, si como se cree, hay vida y civilización  más avanzada que la nuestra. Todo eso es fascinante y temible por el hecho de que tener que afrontar lo desconocido siempre incita y amedrenta por más inconscientes e intrépidos que seamos. Según creo yo.   No pasaremos del borde. De ahí en más, el misterio seguirá  perteneciéndole a Dios.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario