viernes, 18 de mayo de 2018

La Vida y el Universo

Guardan una precisión maravillosa

No sé si tenemos real conocimiento de cómo funciona nuestra máquina humana. Cuando el cuerpo físico se fusiona con la parte emocional nos sentimos plenos.
Cuanto más progresa la ciencia más se aproxima a la energía cósmica, donde el mundo orgánico y el espíritu forman una unidad. Con seguridad que  las demás leyes físicas terminarán unificándose. Ninguna forma de vida puede existir aisladamente. Todo tiene un vínculo como sustento de vida donde la armonía marca un magnífico complejo. La armonía es la atracción de gravedad universal.
La comunicación mental puede tener alcances a través de la distancia por la percepción telepática, ya que la energía sólo la pueden convocar los seres vivos. Cuando las células cerebrales mueren, por lógica la conciencia pierde su manifestación física, lo que no iguala a que diversas funciones de la mente puedan seguir existiendo en armonía con la vida cósmica. No hay explicación científica satisfactoria sobre este hecho, y tal vez nunca la encontremos.
El yo y el ego: Ambos están ligados a la conciencia. El yo como sentido individual. Las experiencias de nuestro yo interno siguen el ritmo ya sea pasivo o activo de nuestro mundo exterior. El ego, es la ley moral de nuestro mundo interno. Por debajo de la conciencia funciona el subconsciente. Muchas de las decisiones tomadas con apresuramiento son inconscientes, los deseos y emociones que a menudo se cruzan por nuestro camino están condicionados por factores externos.
Haga lo que se haga con nuestro libre arbitrio, nunca podremos modificar nuestro destino fundamental.

“Desde el momento del nacer esta grabado el momento de fenecer”  Sócrates.   


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