Así
lo entendí y después de la segunda guerra emprendí el viaje que debería
llevarme por el mediterráneo.
En la
Cala de Portais Nous, escondido entre pinos, abetos, aguas cristalinas y copas
hasta el amanecer, está Mariveat, residencia veraniega de los Borbones. Una
casona antigua asomando al mar construida toda en piedra. Un poco más allá está
el Palau de L’almudaina. Un lugar imperdible. En ese pasaje me encontré con el
que por unas semanas fue mi compañero circunstancial de viaje hasta llegar a
Francia. En el hotel Gere de Lyón, alguien lo esperaba un 6 de julio.
Él
venia de Marruecos. Apretaba bajo el brazo un diccionario español –catalán, con
un aspecto de turista nórdico que mataba. Como vio que lo estaba observando se
me acercó presentándose.
-Soy
Aland Hesse, nací en el país de los
lagos, Finlandia. Al ver su diccionario
y comprobar que tenía gran dificultad
con el idioma le propuse hablar en francés. Atraído por su fantástico clima
quería darse una vuelta por Las Canarias. Me confesó que era geólogo y
consideraba a ese archipiélago volcánico un fragmento de la hundida Atlántida.
-Mi
derrotero es otro, respondí, Yo quiero recorrer la costa mediterránea que en
esta época es muy bonita. Decidimos almorzar juntos y después de fluidos
diálogos seguimos viéndonos por días hasta que finalmente decidió unirse a mi
camino.
Juntos
recorrimos playas. Jugando sobre las olas practicamos esquí acuático.
Gozando
del aire en libertad nos quemamos como camarones. Comiendo mariscos en la costa
y disfrutando del mar, en su compañía volaban los días. Conseguir un amarre en el paraíso hippie de
Ibiza era un imposible, con grades aplausos de mi parte. El lo consiguió. Le encantaba
el ambiente de mar y las Baleares cubiertas de pinos. En ese clima amistoso y
cordial atravesamos la costa mediterránea hasta que llegó la fecha de su
encuentro en Lyon.
Me
presentó a Katska, su amigo, que como buen europeo me respondió besándome la
mano. Tan elegante, interesante y alto como Aland, pero en rubio.
Medio
enamorada me di cuenta que no podía competir.
Eran homosexuales.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario