martes, 15 de mayo de 2018

Las peñas madrileñas, usinas de la intelectualidad

Cuando el hambre incentiva el cerebro.

En la guerra civil española después de tanta opresión de años, el país clamaba libertad de expresión, fin de confinamientos y genuflexión. Nadie quiere trabajar bajo imposición.
Buscando un país más libre surgieron las Peñas de Madrid. No había en aquel entonces mejor válvula de escape que una mesa bien conversada. Entre amigos se podía intercambiar pareceres, discusiones y recuerdos con genios como Valle Inclán, Machado, Ortega, Méndez Pidal, Ramón y Cajal, Lorca y Azaña, entre otros. Esas reuniones eran la ebullición del saber. Mesas que se dieron en llamar “Mesas del intelecto, embrutecidas de tanto saber”. Las opiniones eran totalmente libres. Nadie desdeñaba la concurrencia a esas peñas, allí  se aprendía más que en la  Universidad Complutense.
Hasta que con premura, la Quinta Columna tuvo que expatriar a todos…

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