jueves, 10 de mayo de 2018

La cultura del plagio


Convertir el conocimiento ajeno en algo propio
Las ideas tienen dueño según y como se las mire. Vivimos en una cultura en que la copia pasa a ser una renovada utopía del conocimiento humano. En el arte se ve sin  limitaciones.
Se acusa de plagio intencional a la ignorancia u olvido de citar nombres o fuentes. El plagio es tan fácil que ni siquiera quién lo comete es consciente del hecho, porque las ideas se aprenden sin memorizar de donde arriban; lentamente se van mimetizando como resultado del aprendizaje ajeno.
La creatividad casi siempre está ocupada por un sinnúmero de imágenes, que obraron como estímulo inconsciente en la mitad de las cosas que buscamos plasmar. La absorción de materias ajenas si tienen empatía con nosotros, se incorpora y mezclan hasta hacerse propias.
Una vez exteriorizada una idea deja de ser nuestra para convertirse en patrimonio de todos. Muchas veces ni los reconocidos grandes genios escapan a esta distorsión. 
Las citas de nombres o fuentes son los únicos faros que iluminan la palabra.


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