El mayor crimen de la
humanidad
El
mal de herencia que se transmite de siglo en siglo.
Crímenes
que no se justifican ante el mandato de un solo dirigente que casi siempre
permanece impune. “La guerra es una
masacre entre gentes que no se conocen, para provecho de gentes que si se conocen
pero que no se masacran”. Paul Valery.
Todos
somos perdedores cuando se pone en juego una guerra. Lo único que queda en pie
es el espectáculo. Cadáveres,
devastación, hambre, atraso y cenizas.
¿Se
ha olvidado el mundo de esos acontecimientos, de aquellos seres ávidos de poder
y dominio para gobernar hacia tan cruel catástrofe?
Desde
que un explosivo Big Bang dio nacimiento al planeta que habitamos hasta
nuestros días, arrastramos los métodos violentos.
Ante
el desencadenamiento de repetitivas guerras mundiales con total carencia de
conciencia. El absurdo odio de religiones y castas. La falta de humanidad. La
paranoia del extremismo y el exterminio de millones de seres inocentes,
procesos inconcebibles en una mente normal.
¡Que
mala memoria guardamos de toda esta locura!
Como
excepción: Felicitaciones a la Constitución Boliviana que rechaza la guerra como medio para dirimir
conflictos (La nueva constitución del año 2009 bajo el gobierno de Evo
Morales).
Aún
hoy no tenemos la suficiente objetividad para valorar una experiencia sensata
de igualdad de derechos, ayuda económica, unión, tolerancia y hermandad de
todas las razas.
Porque
mientras no aprendamos a respetar la libertad de las naciones, no avanzaremos
hacia la paz y prosperidad del mundo que nos toca vivir.
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