miércoles, 13 de junio de 2018

El lenguaje de los árboles


En los bosques suceden cosas sorprendentemente ocultas.
Los árboles son casi humanos, respiran y revelan secretos, a través de sus raíces y hongos se protegen e intercambian nutrientes. Poseen inteligencia vegetal e instinto, su capacidad de absorber la luz es una muestra, no hay más que observar el movimiento de los girasoles o cualquier planta que necesita abastecerse de luz Con verdaderas adherencias viven con sus retoños, su sangre es la clorofila que trasmiten por sus hojas y ramas.

Que los árboles se protegen entre si, es observable cuando la tormenta y la lluvia arrastra la tierra y deja en descubierto la red subterránea de raíces e intercambio de nutrientes amparando a los de su misma especie creando un ecosistema que amortigua el calor y el frío extremo como ocurre con el abeto cuyo comportamiento ante una eventualidad es casi humano para vivir protegiendo hasta llegar a viejos.

Turner, asegura que cada árbol habla en su idioma especial, que no es sólo madera o materia prima. “Toda planta posee los mismos cinco sentidos que los humanos, solo cambia su sensibilidad vegetal”.  Stefano Marcuso

Los cipreses mediterráneos no arden. Misteriosamente en Valencia sobrevivieron a los incendios del verano en Andilla. ¡Aparecieron rodeados de ceniza, pero intactos! Los expertos estudian la posibilidad de usarlos como “cortafuego” natural.  Por su mayor contenido de agua esparcen sustancias volátiles que los defienden de los incendios.

¡La naturaleza día a día sigue dándonos sorpresas!

No hace mucho leí algo del poeta chileno Jorge Teiller, que me impactó y creo que fue su poema póstumo. “El mudo corazón del bosque”.
Si alguna vez mi voz deja de de escucharse, piensen que el bosque habla por mí, con su lenguaje de raíces”.



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