viernes, 15 de junio de 2018

El Culto al Ego


El ego como la mente, se va conformando desde los primeros meses de vida individual, pero hay una gran diferencia entre el ego normal y el ego narcisista, el que no deja espacio a la generosidad. Hay un antiguo adagio que dice: “Si quieres ver el diablo cara a cara, mira tu propio ego”.
El ego descontrolado deja de vivir la realidad. El egocéntrico no madura ni avanza, vive estancado en sí mismo, limitando el real conocimiento de su persona. El narcisismo termina opacando el crecimiento interior.

En la actualidad la cultura del selfie nos invade y se desproporciona la imagen de sí mismo, exacerbando la apariencia.

La función del ego es difícil de aquilatar porque por otra parte, el que no se quiere a sí mismo, mal puede querer a los demás. No hay que confundir ego con egolatría.

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