viernes, 5 de octubre de 2018

Creo que el comportamiento contemporáneo que sufrimos es de conciencia


El hombre es bueno por naturaleza, se corrompe cuando la sociedad interviene.

El libro de los muertos del Antiguo Egipto testimonió que el estudio de la consciencia es uno de los grandes enigmas que desde hace siglos se investiga.

Si bien algo se ha avanzado sobre el proceso de la actividad receptiva de las células nerviosas, el dolor, la alegría, el deseo o la negación a la sensibilidad mental. La mayoría de los problemas que hoy nos azotan como la corrupción y otras yerbas cercanas dividen las vivencias estresantes, ¿por qué algunos responden como pusilánimes y otros como altaneros?

 A través de las vías nerviosas nuestro cerebro cataliza los indicios de una situación compleja no contestando a todos con las mismas respuestas concretas.  Los neuro transmisores no actúan con igual eficacia en todos los cerebros. Nada escapa a la entropía en un mundo cuya materia más dura es el tiempo. Ya nadie escala los peldaños del Partenón ateniense para ofrecer sacrificios a Atenea. Sé perdió el sentimiento patriótico, y también el carisma de la sonrisa de un ángel gótico.

El carácter de conducta mucho depende del sistema de transmisión. La educación influye en la actividad cerebral. La sinapsis origina información a las células. No somos más buenos o más malos. Somos diferentes. La vida es diferente y el humano responde como tal.

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