Las
guerras nunca terminan con el último avance de posiciones
La
segunda guerra mundial no feneció en 1945, sus efectos se prolongaron en los
años siguientes: la descalificación de Alemania, los desplazamientos de la
población y lo que queda de los países ocupados, en este caso por el Eje, nos
demostraron que el gran conflicto del siglo XX no terminó con la caída de
Berlín.
Salir
de la ruina económica, moral y física de los países ocupados obliga a seguir
huyendo de los vencedores.
Si
tuviste la suerte de salvar el pellejo, fue porque fuiste avalado por los
contrarios. Otra vez en el dintel de la investigación por no haber muerto.
En
aquel entonces, miles de judíos embarcaron rumbo a Palestina para crear su
propio Estado.
Los
focos de los grandes incendios en guerras localizadas no se apagan con
facilidad. Como los conflictos en los Balcanes, ni la cruenta guerra civil
española con la toma de Cataluña y la dictadura de Franco que terminó con el
exilio masivo de miles de españoles, ni la que estalló en Grecia.
¡La
represalia es la peor secuela de la guerra!
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