viernes, 19 de octubre de 2018

El reditual de la posguerra


Las guerras nunca terminan con el último avance de posiciones

La segunda guerra mundial no feneció en 1945, sus efectos se prolongaron en los años siguientes: la descalificación de Alemania, los desplazamientos de la población y lo que queda de los países ocupados, en este caso por el Eje, nos demostraron que el gran conflicto del siglo XX no terminó con la caída de Berlín.

Salir de la ruina económica, moral y física de los países ocupados obliga a seguir huyendo de los vencedores.
Si tuviste la suerte de salvar el pellejo, fue porque fuiste avalado por los contrarios. Otra vez en el dintel de la investigación por no haber muerto.
En aquel entonces, miles de judíos embarcaron rumbo a Palestina para crear su propio Estado.

Los focos de los grandes incendios en guerras localizadas no se apagan con facilidad. Como los conflictos en los Balcanes, ni la cruenta guerra civil española con la toma de Cataluña y la dictadura de Franco que terminó con el exilio masivo de miles de españoles, ni la que estalló en Grecia.

¡La represalia es la peor secuela de la guerra!

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