viernes, 16 de noviembre de 2018

El cambio de lenguaje no es una discriminación de sexo más bien es una discriminación cultural.


Dicen que si la lengua no evoluciona es porque está muerta. Que todo debe seguir el mismo ritmo.! ¡De acuerdo! Siempre que sea evolucionar no retroceder,

Es cierto que el latín carecía de comas, signos interrogantes y admiración. También en la edad media estaban los emanuenses y ahora mal que bien todos o casi todos escribimos, pero por qué no optar por palabras más acordes o neutras que eviten choques monocordes, por ejemplo “Ciudadanía” en lugar de ciudadanos y ciudadanas o "Humanidad" en lugar de humana y humano.
Palabras más inclusivas, con menos discriminación.

Es un verdadero desperdicio desconocer vocablos que amplían nuestro idioma tan extenso y rico. Y despegarnos un poco del lenguaje popular.


El conocimiento de otros vocablos ya reconocidos amplía la cultura.
El idioma es uno solo. No se es más mujer o más hombre porque al referirnos a alguien pongamos una "h" o una "m" para diferenciar el sexo. Cuando decimos "todos" están incluidos los dos sexos. El "todas" está demás.

Las nuevas generaciones quieren cambiar todo para justificar su analfabetismo. Problema que ocurre con varios idiomas, no sólo se está dando con el español. Para un buen hablante es cuestión de eufonía, de sonoridad.

García Márquez querrá jubilar la ortografía, pero habría que preguntar a Borges qué opinaría sobre el género neutro. El lenguaje es uno solo, aunque algunos lo tachen de vetusto. La buena palabra ortográfica hablada y escrita es como la buena fotografía. Una cuestión de conexión con la naturaleza y el ojo. La mala ortografía como el mal empleo de una oración es chocante sobre todo cuando el problema se da en una lengua tan rica como el castellano. El modernismo no empieza por ahí.

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